Las distorsiones cognitivas: Cuando tu mente te engaña

Untitled design (37)

¿Alguna vez has pensado “siempre me pasa lo mismo” después de un solo evento negativo? ¿O has creído que un error pequeño arruinó todo tu trabajo? Nuestra mente, aunque increíble, a veces nos juega malas pasadas. Estas formas de pensar inexactas se llaman distorsiones cognitivas, y todos las experimentamos.

Las distorsiones cognitivas son patrones de pensamiento irracionales que distorsionan la realidad, generalmente de manera negativa. Fueron identificadas por el psiquiatra Aaron Beck, padre de la terapia cognitiva, y más tarde expandidas por David Burns.

Las distorsiones cognitivas más comunes

1. Pensamiento de todo o nada (pensamiento dicotómico)

Ves las cosas en categorías extremas, sin puntos medios. Si algo no es perfecto, es un fracaso total.

Ejemplos:
• “Si no saco 10, soy un fracaso”
• “Si esta relación no funciona, nunca encontraré el amor”
• “O hago todo perfecto o no vale la pena intentarlo”

Realidad: La vida no es blanco o negro. Existen infinitos tonos de gris. Un 8 sigue siendo un buen resultado, y una relación que termina no significa que no habrá otras.

2. Generalización excesiva

Sacas conclusiones amplias basándote en un solo evento o experiencia.

Ejemplos:
• “Siempre me rechazan en las entrevistas de trabajo”
• “Nunca nadie me invita a nada”
• “Todo me sale mal”

Realidad: Palabras como “siempre”, “nunca”, “todo” y “nada” son señales de alerta. Un evento no define un patrón permanente.

3. Filtro mental (abstracción selectiva)

Te enfocas únicamente en los aspectos negativos de una situación, ignorando completamente los positivos.

Ejemplos:
• Recibes 10 comentarios positivos y 1 negativo sobre tu trabajo, y solo piensas en el negativo
• Tienes un buen día pero una cosa sale mal y eso arruina todo
• Te felicitan pero solo recuerdas la crítica constructiva

Realidad: Cada situación tiene múltiples aspectos. Elegir enfocarte solo en lo negativo te roba la posibilidad de ver la imagen completa.

4. Descalificar lo positivo

Cuando sucede algo positivo, lo minimizas o lo explicas como algo que “no cuenta”.

Ejemplos:
• “Me promovieron pero solo porque necesitaban a alguien”
• “Me felicitó pero solo por ser amable”
• “Fue suerte, no mérito mío”

Realidad: Esto te impide reconocer tus logros y fortalezas. Tus éxitos son válidos.

5. Lectura de mente

Asumes que sabes lo que otros están pensando, sin tener evidencia real.

Ejemplos:
• “Seguro piensa que soy aburrido”
• “Está enojada conmigo, lo sé”
• “Todos creen que soy incompetente”

Realidad: No eres telépata. No puedes saber con certeza lo que otros piensan a menos que te lo digan directamente.

6. Adivinación del futuro

Predices el futuro de manera negativa, como si fuera un hecho.

Ejemplos:
• “Sé que voy a fracasar en esta presentación”
• “Esta relación va a terminar mal”
• “Nunca voy a conseguir ese trabajo”

Realidad: El futuro no está escrito. Estas predicciones son profecías autocumplidas que pueden sabotearte.

7. Magnificación y minimización

Exageras la importancia de los errores o problemas (magnificación) y minimizas tus éxitos o cualidades positivas.

Ejemplos:
• Un pequeño error se convierte en catástrofe
• Tus logros son “poca cosa” pero los errores son “terribles”
• Los éxitos de otros son “increíbles” pero los tuyos son “normales”

Realidad: Estás usando dos básculas diferentes: una que hace grandes tus errores y otra que hace pequeños tus aciertos.

8. Razonamiento emocional

Crees que si sientes algo, debe ser verdad.

Ejemplos:
• “Me siento inútil, por lo tanto soy inútil”
• “Siento que algo malo va a pasar, así que pasará”
• “Me siento solo, nadie me quiere”

Realidad: Los sentimientos son reales, pero no siempre reflejan la realidad objetiva. Puedes sentirte incompetente y al mismo tiempo ser muy capaz.

9. Personalización

Te culpas a ti mismo por eventos que no están completamente bajo tu control.

Ejemplos:
• Tu pareja está de mal humor y asumes que es por tu culpa
• Tu hijo saca malas notas y piensas que eres un mal padre/madre
• Tu equipo pierde y te sientes completamente responsable

Realidad: No eres el centro del universo ni la causa de todo lo que sucede a tu alrededor.

10. Etiquetado

En lugar de describir un comportamiento, te pones una etiqueta global y negativa.

Ejemplos:
• En lugar de “cometí un error”, piensas “soy un idiota”
• En lugar de “esto no salió bien”, piensas “soy un fracaso”
• En lugar de “me puse nervioso”, piensas “soy débil”

Realidad: Tú no eres tus comportamientos. Un error no te define como persona.

11. Los debería

Te impones reglas rígidas sobre cómo deberías ser o cómo deberían ser las cosas.

Ejemplos:
• “Debería ser más fuerte”
• “No debería sentir esto”
• “La gente debería ser más considerada”
• “Las cosas deberían ser diferentes”

Realidad: Los “debería” generan culpa, frustración y resentimiento. La realidad es como es, no como crees que debería ser.

Cómo identificar y desafiar las distorsiones cognitivas

1. Reconoce el pensamiento distorsionado

El primer paso es la conciencia. Cuando tengas un pensamiento que te haga sentir mal, pregúntate: ¿Estoy teniendo una distorsión cognitiva?

2. Identifica qué tipo de distorsión es

¿Es pensamiento todo o nada? ¿Lectura de mente? ¿Generalización? Ponerle nombre te ayuda a tomar distancia.

3. Busca evidencia

Pregúntate:
• ¿Qué evidencia tengo de que esto es verdad?
• ¿Qué evidencia tengo de que no es verdad?
• ¿Estoy confundiendo un pensamiento con un hecho?

4. Busca alternativas más realistas

¿Cuál sería una forma más equilibrada de ver esta situación? ¿Qué le dirías a un amigo en la misma situación?

5. Practica el pensamiento flexible

Reemplaza:
• “Siempre” por “a veces”
• “Nunca” por “en esta ocasión no”
• “Todo” por “algunas cosas”
• “Soy un fracaso” por “esto no salió como esperaba”

Ejercicio práctico

Lleva un registro de tus pensamientos:

1. Situación: ¿Qué sucedió?
2. Pensamiento automático: ¿Qué pensaste inmediatamente?
3. Emoción: ¿Cómo te sentiste?
4. Distorsión: ¿Qué tipo de distorsión es?
5. Pensamiento alternativo: ¿Cuál sería una forma más realista de verlo?
6. Nueva emoción: ¿Cómo te sientes ahora?

Recuerda que identificar distorsiones cognitivas no es sobre “pensamiento positivo forzado”. Es sobre pensamiento realista y equilibrado. Se trata de cuestionar los pensamientos automáticos que nos hacen sufrir innecesariamente y encontrar interpretaciones más justas y precisas de la realidad.

Si descubres que las distorsiones cognitivas están afectando significativamente tu calidad de vida, considera buscar ayuda profesional. La terapia cognitivo-conductual (TCC) es especialmente efectiva para trabajar con estos patrones de pensamiento.

Si este artículo resonó contigo, estaré encantada de acompañarte en tu proceso. Puedes solicitar tu consulta inicial aquí.

Agenda tu sesión gratuita inicial

También te puede interesar