La mente emocional, racional y sabia: un equilibrio para tu bienestar

¿Alguna vez has sentido que tu mente te juega en contra? ¿Que tus emociones te desbordan o que tu lógica fría te desconecta de lo que realmente sientes? Entender cómo trabaja tu mente puede ayudarte a tomar mejores decisiones y vivir de forma más equilibrada.
Según la terapia dialéctico conductual (DBT), nuestra mente opera de tres formas diferentes: la mente emocional, la mente racional y la mente sabia.
Mente Emocional
Se presenta cuando tus sentimientos están al mando. Es intensa, urgente y reactiva.
Características:
• Tomas decisiones basadas en cómo te sientes en el momento
• Las emociones son intensas y parecen hechos absolutos
• Puedes actuar impulsivamente
• Difícil pensar con claridad
Ejemplos:
– Enviar ese mensaje cuando estás enojado
– Comer compulsivamente cuando estás ansioso
– Abandonar un proyecto porque “sientes” que no puedes
– Tomar decisiones importantes cuando estás emocionalmente vulnerable
Mente Racional
Es puramente lógica. Se enfoca en hechos, datos y razonamiento, pero ignora las emociones.
Características:
• Decisiones basadas solo en lógica y hechos
• Desconectada de las emociones
• Fría y calculadora
• Ignora las necesidades emocionales
Ejemplos:
– Mantenerte en una relación porque “en papel” funciona
– Ignorar que estás agotado porque “lógicamente” puedes continuar
– Tomar decisiones que te hacen infeliz pero que “tienen sentido”
Mente Sabia
Es el equilibrio perfecto entre la mente emocional y la mente racional. Integra tanto tus emociones como tu lógica para tomar decisiones más sabias y equilibradas.
Características:
• Considera tanto las emociones como la lógica
• Toma decisiones desde la calma y la claridad
• Conecta con tu intuición profunda
• Respeta tus necesidades y valores
Ejemplos:
– Reconocer que estás enojado pero esperar para responder con calma
– Tomar decisiones que honran tanto tus emociones como la realidad de la situación
– Saber cuándo decir que no aunque sea difícil
Cómo acceder a tu Mente Sabia
1. Pausa antes de actuar
Cuando sientas una emoción intensa o estés en modo “solo lógica”, toma un respiro.
2. Reconoce qué mente está hablando
Pregunta: ¿Estoy siendo reactivo emocionalmente? ¿Estoy ignorando cómo me siento?
3. Busca el punto medio
¿Qué dice mi emoción? ¿Qué dice mi lógica? ¿Dónde está el equilibrio?
4. Conecta con tu cuerpo
La mente sabia a menudo se siente en el cuerpo. ¿Qué te dice tu intuición?
5. Practica mindfulness
La meditación y la atención plena te ayudan a acceder a este espacio de sabiduría interior.
Aprender a identificar desde qué mente estás operando es el primer paso para vivir de forma más equilibrada y tomar decisiones que realmente te sirvan.
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